Felicidad
Un día, los "Dioses del Mundo" se reunieron y decidieron crear un hombre y una mujer.
Planearon crearlos a su imagen y semejanza.
Entonces, uno de ellos dijo: Esperen! Si vamos a crearlos nuestra imagen y semejanza, tendrán un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra!
Debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, sino estariamos creando nuevos dioses.
Debemos hacerles algo, pero que podríamos hacerles?
Después de mucho pensar, llegaron a la conclusión que deberían crearles FELICIDAD, pero el problema era donde esconderla para que nunca la encontrasen.
Entonces los dioses comenzaron a discutir...
Vamos a esconderla en la montaña mas alta de la Tierra!
No, te acuerdas que les dimos fuerzas a ellos? Alguien conseguiría subir hasta la cima de esta montaña y sabrán donde ella está.
Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar!
También no seria un buen lugar, pues les dimos inteligencia y alguien, sin duda, va crear alguna máquina los hará sumergirse y encontrarla.
Quien sabe, podemos esconderla en un planeta bien distante!
Tampoco sería eficaz, pues les dimos la curiosidad y la ambición por tanto, querrán traspasar los limites y luego crearan algo para volar por el espacio y la encontrarán.
Después de discutir mucho y no llegar a ningún acuerdo, el único Dios que no había hablado, pidió la palabra y dijo:
Creo que se donde podemos colocar la FELICIDAD en un lugar que ellos nunca descubrirán!
Todos quedaron impactados y le preguntaron...
Entonces diganos, donde??
Y el respondió:
Colocaremos la FELICIDAD dentro de ellos, pues estarán tan preocupados buscando afuera, que nunca la descubrirán.
Todos quedaron de acuerdo y desde entonces ha sido así...
EL HOMBRE PASA TODA SU VIDA BUSCANDO LA FELICIDAD SIN SABER QUE LA TRAE CONSIGO.
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Había una vez una isla, donde vivían los siguientes sentimientos:
La Tristeza, La Vanidad, La Sabiduría, El Amor, entre otros.
Un dia avisaron a los habitantes de esta isla que se iba a inundar.
Asustado, El Amor cuidó que todos los sentimientos se salvasen; él entonces dijo:
Huyan todos, la isla se va a inundar.
Todos corrieron y tomaron su barquillo, para ir a un cerro bien alto.
Solo el Amor no se apresuró.
Cuando estaba listo a huir, corrió para pedir ayuda. Passaba en ese momento la Riqueza y El le dijo:
Riqueza, llevame contigo.
Ella respondió: No puedo, mi barco está lleno de oro y plata, y tu no vas caber.
Pasó entonces la Vanidad y El le pidió:
Oh, Vanidad, llevame contigo...
No Puedo, vas a ensuciar mi barco.
Luego vino la Tristeza.
Tristeza, puedo ir contigo?
Ah, Amor, estoy tan triste que prefiero ir sola.
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Desesperado, pensando que iba a quedar solo, el Amor comenzó a llorar.
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Sube, Amor, que yo te llevo. El Amor quedó radiante de felicidad que hasta se olvidó de preguntar el nombre del anciano.
Llegando al morro alto donde estaban los sentimientos, el preguntó a la Sabiduría quien era el anciano que lo llevará hasta allí.
Ella respondió:
El Tiempo.
El Tiempo? Pero porque el Tiempo me trajo aquí?
Porque solo el Tiempo es capaz de entender un gran Amor...